Litio en Argentina: de insumo crítico a commodity minero” es el trabajo final de maestría que realizó Federico Nacif en 2018. Allí, el sociólogo e investigador realizó un repaso histórico desde 1930 a 2015 de los yacimientos litíferos de la Puna.
Nacif indicó que “todos los salares que hoy están en exploración o explotación inicialmente fueron descubiertos por Luciano Catalano, que fue un geólogo emblemático del desarrollo nacional”. Catalano fue en 1964 sub-secretario de Minería del gobierno de Arturo Illia, época en la que publicó un trabajo denominado “Boro-Berilio-litio”. A nivel internacional fue un pionero, dijo Nacif sobre Catalano, porque “se da cuenta que en los salares hay alta concentración de litio y que el litio es importante pensando sobre todo en energía nuclear”.
Nacif, quien integra el Foro de Especialistas en litio, planteó que este metal liviano se instaló como recurso estratégico “no por el tema baterías, sino por la fusión nuclear con la que se intentaba reemplazar la fisión con la que se hacía la bomba termonuclear, la bomba de hidrógeno, es decir la más poderosa usada en la Guerra Fría. Y también se pensaba que esa fusión nuclear se iba a poder controlar”.
De ahí su importancia para Fabricaciones Militares y la Comisión Nacional Atómica, aclaró el docente.
Nacif sostuvo que la Ley de Inversiones Mineras lleva 30 años. “Es un régimen de concesiones provinciales sin plazos ni condiciones, con perpetuidad, sin imponer condiciones, ni escalas productivas, ni en agregado de valor y regalías provinciales limitadas”.
Nacif criticó que a las provincias se le prohíba “cobrar más del 3 % en boca de mina. Es muy llamativa que los mismos gobernadores defiendan esa ley alegando una defensa a la autonomía provincial. Es una ley centralista que prohíbe cobrar más del 3 % en regalías. Todas las promesas de inversiones y nuevos proyectos, si no se modifica el marco normativo institucional, los resultados van a ser los mismos”.
¿Están los intereses del litio detrás del conflicto en Jujuy?
Más que la explotación mineral, lo que hay detrás es la especulación inmobiliaria financiera sobre los yacimientos. Todo el marco normativo institucional ya es favorable al sector privado de las empresas. En los últimos 3 años, los precios explotaron internacionalmente, se multiplicaron por 100, se pasó de 7.000 a 84.000 dólares la tonelada. Estamos en torno a los 40.000 dólares ahora, con costos de producción del orden de los 3.000. Toda esa diferencia es ganancia extraordinaria.
¿Quién se la queda?
Le corresponde al propietario de ese recurso. Si fuera del Estado, esa diferencia sería del Estado, es lo que llamamos renta pública. Al estar privatizado de esta manera, hay un alto nivel de especulación que se genera sobre la tierra. No tanto para explotar, que eso son inversiones a largo plazo, sino para comprar y vender yacimientos. Ese es el entramado de Gerardo Morales y toda su familia y articulaciones políticas, sin distinción de partidos políticos. Es la especulación que genera este marco normativo. No se pueden comprar ni vender yacimientos en Chile ni en Bolivia. Tampoco en México. No se pueden comprar ni vender yacimientos de petróleo, porque es un acuerdo con las provincias o el Estado nacional porque son recursos que no van por el Código de minería. El Código de Minería lo que permite es que uno se pueda comprar un yacimiento mantener esa perpetuidad para siempre, lo podes hipotecar, comprar, vender, regalar. Son negocios fabulosos. Por ese volumen de negocios la gente mata y muere.
Y la reforma del gobierno de Morales, ¿Qué implica?
Si hay yacimientos sobre tierras fiscales, ahí está la reforma de Gerardo Morales para garantizar lo más rápido un posible un desalojo. Esto no es para explotar y producir litio y venderlo. Es para comprar y vender yacimientos. Ahí está el negocio. Ahora esto se aceleró por los precios internacionales.