Sobre una superficie de 10.582 kilómetros cuadrados se puede observar, como un espejo, el reflejo del cielo de Potosí. Se trata del salar de Uyuni, ubicado al suroeste de Bolivia, donde se encuentra la mayor reserva de litio del mundo, con 21 millones de toneladas, según calcula el Servicio Geológico de Estados Unidos (EEUU).
A 540 kilómetros al norte de Uyuni, en La Paz, el pasado 10 de noviembre el presidente de Bolivia Evo Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera, renunciaron a sus cargos, denunciaron un golpe de Estado y un día después se asilaron en México.
7 días antes de este suceso, Evo Morales derogó el decreto que conformó una sociedad mixta entre la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y la alemana ACI Systems (ACISA). Esto fue tras una serie de movilizaciones y huelgas impulsadas por el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) durante octubre para pedir más beneficios a la población por la explotación de litio (ver «Potosí»). Además de la alemana ACISA, la estatal YLB tiene contratos con la china Xinjiang Tbea Group-Baocheng. Uno de los proyectos es la fabricación de baterías de ion litio para la empresa nacional boliviana Quantum Motors, industria de vehículos eléctricos.
Oro blanco
El litio es un metal blanco y liviano que tiene varias utilizaciones: 39 % baterías (celulares, computadoras, vehículos eléctricos), 30 % vidrios y cerámica, 8 % grasas y aceites, 5% aleaciones para industria aeronáutica, 5 % polímeros, 3 % filtros de aire y 10 % medicina.
Pero hay un uso que podría significar una revolución en la generación eléctrica. «El 99 por ciento del común de la gente cree que el litio solo se va utilizar para baterías, pero en un futuro muy cercano podría utilizarse para la fusión nuclear», explicó Arturo Llupiá, presidente del Colegio de Geólogos de la Provincia de Córdoba y docente de Geología Ambiental y Riesgos Geológicos en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). A partir del litio -explicó Llupiá- se puede obtener el tritio. «El tritio es un compuesto utilizado para la generación, es un isotopo natural del hidrógeno radiactivo, consta de un protón y dos neutrones. El tritio se produce por bombardeo con neutrones libres de litio. De ahí eso se utiliza para la fusión nuclear».
Si bien esta innovación está en etapa de investigación (ver «mano a mano») Llupiá dijo que en 2, 10 o 15 años va a llegar. «¿Qué necesitan las grandes potencias?. Adueñarse del subsuelo y los salares. En Irán, Irak lo hicieron por cuarenta años por el petróleo. Ahora el futuro de la energía está en el litio”, concluyó.
Triángulo en disputa
El 68 % de los recursos medidos e indicados de litio se encuentra sobre un triángulo imaginario que recorre Bolivia (30 %), Chile 21 (21%) y Argentina (17%), según datos de marzo de 2017 del entonces Ministerio de Energía argentino. Aunque las reservas de esa zona están calculadas en 85 %, pero aun no están las mediciones realizadas.
Este recurso natural se puede encontrar en rocas (pegmatitas) y salares. Es por eso que el triángulo en disputa tiene condiciones para su explotación ya que en los salares está el 58 % de este metal y es menos costoso.
En uno de los vértices de ese triángulo encontramos el salar de Uyuni en Bolivia. Al sur oeste de Bolivia, en el desierto de Atacama en Chile se encuentra otro gran salar que tiene varios proyectos de explotación. Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) es una de las principales explotadoras. Arrancó como empresa mixta, fue nacionalizada en 1971 durante el gobierno de Salvador Allende y en 1983 empezó su privatización que tuvo como dueño a Julio Ponce Lerou, yerno del dictador Augusto Pinochet. Ahora SQM tiene como principal accionista a la china Tianqi Lithium Corporation, con el 23,77%, de las acciones desde diciembre de 2018.
El otro vértice del triángulo se completa con Argentina. En las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca hay 23 salares de superficie más chicas que en Bolivia y Chile pero más esparcidas. Hay 2 proyectos en plena producción: en Salar de Olároz en Jujuy y Mina Fénix en el Salar del Hombre Muerto en Catamarca. En Olároz hay un proyecto integrado por Orocobre de origen australiano con 67,5 % de participación, Toyota de origen japonés con 25 % y JEMSE Sociedad del Estado del gobierno de Jujuy con 8,5 % (ver “Me gusta Jujuy”). El otro proyecto en plena producción está en Mina Fénix en Catamarca y lo explota en un 100 % FMC Lithium Corp de origen norteamericano.
Esta multinacional se quedó con la licitación en el Salar del Hombre Muerto, luego de la modificación del Código de Minería de 1982-que incorporó al litio como recurso concecible al capital privado-. En la década de 1960, el Estado argentino a través de la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) habían declarado en reserva fiscal este recurso. En 1995 tras el desguace de DGFM, la compañía estadounidense obtuvo la explotación total.
En los últimos años, varias empresas trasnacionales están distribuidas en los salares de la parte argentina. A parte de los proyectos ya en producción, hay también 2 en construcción, 16 proyectos de Factibilidad a Exploración Avanzada y 20 en temprana exploración.
Estas empresas están interesadas en Argentina, quizás porque es el único país del triángulo del litio donde este mineral es concesible el capital privado, a diferencia de Bolivia -donde la explotación del recurso es potestad del Estado nacional- y Chile que calificó al litio como “no concesionable” y las reservas de este recurso pertenecen al Estado Nacional por medio de CORFO quien se lo arrienda desde 1993 a SQM hasta el año 2032.
Todo, menos soberanía
A diferencia de lo que sucede en Chile y Argentina, en Bolivia el desarrollo de la explotación del lito es del Estado nacional.
El 1 de abril de 2008, con el Decreto Supremo 29.496, el gobierno de Evo Morales declaró como prioridad nacional la industrialización del Salar de Uyuni e instruyó a la empresa pública Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) dicha tarea. El 27 de abril de 2017, con la aprobación de la Ley N° 928, se creó la empresa pública Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). Ya superada la Fase 1 de explotación piloto del litio, la firma pública boliviana conformó en 2018 una mixta con la alemana ACISA (en la que el 51 % de las acciones son del Estado), para llevar a cabo la Fase 2 que consistía en la puesta en marcha de 2 plantas industriales de Carbonato de Litio y Cloruro de Potasio. Y para en el año 2021, estaba previsto iniciar la fabricación de la baterías de litio. Pero con el golpe del 10 de noviembre, el proceso quedó trunco.
A esto se refirió la semana pasada el dimitido presidente de Bolivia Evo Morales en una entrevista con RT cuando dijo que » Bolivia podría definir el precio del litio para el mundo».
Morales manifestó que «un grupo de dirigentes cívicos del Potosí rechazaron nuestro plan del litio, que estaba previsto al 2025: 41 plantas, 14 de ellas netamente industria del litio”. Este desarrollo es el que rechazaron algunos sectores. «Algunos países industrializados no quieren competencia. Primero, en el tema de liberación tecnológica. Y segundo, no aceptan tampoco otro modelo económico basado en el socialismo», concluyó Morales.
POTOSI
El 2 de octubre dirigentes sociales de Comcipo de Potosí iniciaron huelga de hambre en reclamo de la anulación de contratos de explotación de litio con firmas de Alemania y China. Comcipo, integrado por representantes de distintas instituciones, es asesorado por Juan Carlos Zuleta, funcionario del Gobierno de Chile en defensa del litio entre 2014 y 2015, estudió en la Universidad de Minnesota y es crítico de las políticas del gobierno de Morales.
ME GUSTA JUJUY
Ivanka Trump, hija del presidente norteamericano Donald Trump, estuvo el pasado 5 de septiembre en Jujuy donde se reunió con el gobernador de Jujuy Gerardo Morales. Allí anunció una inversión de 400 millones de dólares en infraestructura. Alicia Canqui Condori, diputada nacional boliviana del MAS, dijo: «en Jujuy se ha reunido la hija de Trump para planificar todo este plan que han hecho en Bolivia. Los que asumieron son títeres de EEUU».
<MANO A MANO>
Arturo Llupiá, presidente del Colegio de Geólogos de la provincia de Córdoba y docente de Geología Ambiental y Riesgos Geológicos de la Universidad Nacional de Río Cuarto
-¿Para qué sirve el litio?
– Los mayores uso son en baterías pero puede servir para el uso futuro de la energía.
-¿De qué manera?
– A partir del lito se puede obtener el tritio. El tritio es un compuesto utilizado para la generación, es un isotopo natural del hidrógeno radiactivo, su símbolo es H3, consta de un protón y dos neutrones, tiene un período de desintegración de 12 años. El tritio se produce por bombardeo con neutrones libres de litio. De ahí eso se utiliza para la fusión nuclear que luego es utilizada para la fusión entre el tritio y el leuterio que emite una radiación de energía que a su vez esto es utilizado para atrapar esa energía.
-¿ Qué impacto tendría en la matriz energética?
– No podemos hacer el cambio de la matriz energética de los países directamente a energías alternativas comunes o tradicionales como la solar, la mareomotriz, la eólica. Con todas estas no alcanzamos a cubrir el 100 % de la demanda de los combustibles fósiles: petróleo, gas y carbón.
-¿Puede el litio reemplazar al uranio?
-Sí. La importancia que tiene es que no quedan residuos radiactivos, como es el plutonio que queda por la fusión del uranio.
-¿En qué estado está?
-Está en estado de investigación. En universidades de China, Estados Unidos.
-¿Cuando se utilizará el litio para la generación eléctrica?
– En los próximos años va a producirse. No se ha llegado a generar esa energía porque no pueden estabilizar esta reacción en cadena. El día que puedan estabilizar esta reacción en cadena, entonces sí se va a lograr a esa energía.