La estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) convino a fines de junio la construcción de dos plantas de procesamiento para industrializar uno de sus mayores recursos potenciales. Según la agencia geológica estatal estadounidense USGS, los salares bolivianos contienen las reservas más importantes del mundo estimadas en 21 millones de toneladas. Pero su producción industrial ha sido escasa hasta ahora, por debajo de la argentina y la chilena.
La Corporación Estatal de Energía Atómica Rosatom, de Rusia, invertirá 600 millones de dólares. La china Citic Guoan Group, otros 857 millones. Las plantas estarán localizadas en Pastos Grandes y Uyuni Norte, respectivamente, ambas en el departamento de Potosí. Entre ambos salares sumarán una extracción y producción de al menos 45.000 toneladas de carbonato de litio por año, elemento central de las baterías de automóviles eléctricos, celulares y otros dispositivos electrónicos
Rosatom, que participara través de su unidad Uranium One Group, apuesta a crear allí “una cadena de producción completa, desde la extracción de la materia prima de litio hasta la producción del producto final para el mercado”. Citic Guoan, proyecta después una fábrica de batería y una ensambladora de vehículos, señaló ministro boliviano de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina.
“Entre junio y enero hemos sumado 2.800 millones de dólares para la industrialización del litio. El mundo avanza a pasos agigantados en la demanda de litio, Bolivia no se quiere quedar atrás”, dijo el presidente Luis Arce.
Hacía referencia a otro contrato por 1.400 millones firmado a principios de año con otra empresa china: Contemporary Amperex Technology (CATL), la mayor fabricante de batería de ese tipo del mundo.
CATL cerró 2022 con un gran salto respecto a 2021: ganó 4 puntos del mercado mundial y se quedó con una participación del 37%, elevó un 152% su facturación (a 47.185 millones de dólares) y un 93% su beneficio neto (4.413 millones de dólares), según los balances presentados en la Bolsa de Shenzhen, donde cotiza.