O
rganizaciones rurales nucleadas en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) junto a cooperativistas realizaron un alimentazo ayer en CABA como protesta contra la nueva disposición del gobierno nacional que permite la importación de alimentos al país y en repudio al cierre del instituto nacional de agricultura familiar campesina e indígena.
“La decisión de abrir las importaciones destruye la producción nacional y el valor agregado que tiene y no baja la inflación, una mentira que quedó al descubierto con la devaluación que están llevando a cabo”, sostienen en un comunicado los organizadores.
A la vez, señalan que los trabajadores de la agricultura familiar y campesina indígena se organizan frente a la desaparición de los programas que financiaban el fortalecimiento productivo y de comercialización, la importación de alimentos y el aumento irregular de los alquileres y de los insumos que pone en riesgo la continuidad de la producción.
“La economía popular se planta en defensa de la producción, del trabajo nacional y de la soberanía alimentaria”, agregan sobre la jornada de protesta. A la vez, proponen desarrollar un plan integral de producción y comercialización, aplicando tecnología, impuestos justos y logística, con una mirada demográfica y participativa de quienes producen el alimento que llega a la mesa del pueblo.