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ste lunes el Presidente Javier Milei informó que su gobierno alcanzó en el primer trimestre del año, un superávit fiscal financiero de 1,1 billones de pesos, equivalente a 0,2 puntos del PBI.
Según el Presidente, ese resultado es un “milagro económico” y una “hazaña” por haber logrado el superávit financiero trimestral luego de casi 20 años. Fundamentó que esto se produjo gracias a la “motosierra” y “no, como dicen algunos, a la licuación del gasto público”.
El Poder Ejecutivo sobrecumplió la meta fijada con el Fondo Monetario Internacional mientras busca un acuerdo nuevo con el organismo. El equilibrio fiscal fue alcanzado por recortes presupuestarios (obra pública, transferencias a provincias) o licuación de otras en comparación de la inflación (salarios públicos o jubilaciones).
La CGT aseguró, a través de un comunicado, que “el Gobierno anuncia la vuelta del superávit fiscal y comercial con acumulación de reservas” y “habla de supuestos ´superávits gemelos´ cuando, analizando los datos completos, debiéramos hablar de ´deudas gemelas´, explicando el mecanismo oculto de cómo se lograron”.
La Confederación advirtió sobre la licuación de los ingresos de los jubilados; las deudas con las provincias y las empresas de energía y gas; el desfinanciamiento de la Educación Pública; la interrupción de la obra pública; la recesión.
Para la CTA-A Milei “miente”
La CTA Autónoma aseguró en un comunicado que “el superávit fiscal es a costa del hambre del pueblo” porque los recortes para sostener el superávit se hicieron especialmente en “jubilaciones y pensiones, asignaciones familiares y programas sociales que perdieron en conjunto 28% en términos reales”.
“La estrategia del Gobierno Nacional sigue siendo la de recortar derechos e ingresos de los trabajadores mientras sostiene las excepciones impositivas a los millonarios y continúa pagando, a costa del hambre del pueblo, una deuda fraudulenta tomada con el FMI durante el macrismo”.