Hace ya 10 años que China viene desarrollando su moneda oficial basada en tecnología blockchain, el yuan digital. Fue lanzada oficialmente en 2022 para el mercado interno y desde el pasado se utiliza en operaciones puntuales de comercio exterior con Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos e Irán.
La novedad 2025 es el lanzamiento de una plataforma para operaciones de comercio exterior de la que participan, además de los mencionados, Catar, Bahréin y Kuwait, por el lado de medio oriente, y todos los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN): Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam. Este entramado de países explica el 38% del comercio mundial que podría ejecutarse ahora dejando de lado los intermediarios: la red de bancos privados que operan el SWIFT en el que el dólar es la moneda oficial.
La operación inaugural fue el 17 de marzo pasado, entre un comprador de Hong Kong y un proveedor de Abu Dhabi: la recepción del monto se hizo en tiempo real, con 98 % menos de comisiones evitando el pasamanos de seis bancos intermediarios.
Algunos de los países integran la plataforma del BPoCh aparecen como destinatarios de los mayores aranceles comerciales anunciados por Donald Trump: 49% a Camboya, 46% a Vietnam del 46%, 36% Tailandia, 22% Indonesia y 20% Malasia. Otros, además, se han incorporado recientemente a los BRICS que, en su última cumbre de octubre 2024, en Kazan, plantearon nuevamente la necesidad de una nueva arquitectura financiera y hablaron de un sistema de común de pagos para desdolarizar el comercio. Trump no era presidente pero ya había ganado las elecciones y amenazó con imponer 100% de aranceles si lo hacían.
En junio 2023, fue la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien hizo un llamamiento a apurar la implementación de la Moneda Digital de Banco Central (MDBC) como alternativa frente a las criptomonedas privadas. El Fondo ya estaba trabajando en un “sistema de interoperatividad”, 114 bancos centrales en “fase de experimentación” de su moneda digital y otros diez -el chino, entre ellos- “están en fase final”. “Si no actuamos rápidamente vamos a perder la oportunidad”, dijo en la conferencia realizada en Marruecos sobre “El papel del sector público en el dinero y los pagos: una nueva visión”.
A diferencia de las criptomonedas, las MDBC tienen su equivalente en el mundo real, están respaldadas por dinero físico y sometidas a las regulaciones de cada país. Georgieva destacó entonces que una moneda fiduciaria digital permite mayor acceso a los servicios bancarios y mayor inclusión financiera, menos costos, mayor rapidez y agilidad de las transferencias. Es todo lo que está haciendo ahora la plataforma del BPoCh. A escala global.