Larry Fink, titular BlackRock, la administradora de Fondos Comunes de Inversión (FCI) que tiene en su haber unos 11 billones de dólares, advirtió que el dólar estadounidense podría perder el status de moneda de reserva mundial, pero no frente a otras monedas nacionales, sino frente al Bitcoin.
En su regular carta a los accionistas, Larry Fink señaló que EEUU se ha beneficiado durante décadas de que el dólar sea la moneda de reserva mundial. Pero es su abultada deuda nacional lo que, a la vez, pone esa posición en riesgo.
El Comité Económico Conjunto de EEUU informó que en marzo, la deuda nacional bruta sumó 36,2 billones de dólares. En los últimos 5 años creció 12,8 billones. Desde marzo de 2024, casi 2 billones.
En 2025, los intereses de la deuda americana suman 952.000 mil millones de dólares: un ítem en el presupuesto superior ya al de Defensa. De seguir así, entraría en un déficit estructural.
Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) titulado “La erosión sigilosa del dominio del dólar” muestra que el 59% de las reservas internacionales de los bancos centrales del mundo están nominadas en dólares. Pero en 1999 eran el 71%. El yuan chino solo representa un cuarta parte de esa caída. El resto fue a manos de monedas no tradicionales como los dólares australiano, canadiense, neozelandés y singapurense, las coronas danesa y noruega, la corona sueca, el franco suizo y el won coreano.
El FMI vaticinaba en 2022 que “si el dominio del dólar llega a su fin, podría ser abatido por un amplio grupo de monedas alternativas”.
Para el CEO de BlackRock, podría ser una cripto. “Las finanzas descentralizadas son una innovación extraordinaria. Hace que los mercados sean más rápidos, más baratos y más transparentes”, dijo Fink en coincidencia con la titular del FMI.
La tokenización podría hacer las inversiones mucho más democráticas. “Todas los activos pueden tokenizarse, los mercados no tendrían que cerrar, transacciones que actualmente llevan días se liquidarían en segundos”, señaló también. Esa es la apuesta tecnológica lanzada recientemente por China.
“Sin embargo -advirtió el CEO-, esa misma innovación podría socavar la ventaja económica de los EEUU si los inversores comienzan a ver a Bitcoin como una apuesta más segura que el dólar”. El llamado de atención es para la Casa Blanca: “el estatus de reserva mundial no es un derecho divino”, evidencia Fink.
Por la dudas, BlackRock inauguró hace un año el primer fondo que cotiza en bolsa basado en Bitcoin. La empresa gestiona gran parte del sistema financiero global dolarizado –participa en casi la mitad de las capitalizaciones de Wall Street– y es a la vez el vector de su posible disrupción.
Propiedad y democracia
Sobre la tecnología, Fink detalló que la tokenización permite fraccionar la propiedad: los activos valiosos y tradicionalmente inaccesibles pueden dividirse en partes extremadamente pequeñas y accesibles. Además, facilita la democratización ya que al digitalizar la propiedad y los derechos de voto, permite que cualquier inversor participe en las decisiones corporativas. Y además, democratiza el acceso a rendimientos más altos, eliminando fricciones legales, operativas y burocráticas que anteriormente limitaban la participación a grandes inversionistas.