Con la renuncia del Ministro de Economía, Martín Guzmán, el sábado pasado por la tarde, se cierra una etapa que reconfigura las alianzas en la coalición de gobierno. Pero también se abre el interrogante en el movimiento obrero y social de por qué, con el 7 % de desocupación y 90.000 millones de dólares de exportaciones proyectadas para este año, la mayoría de los asalariados están por debajo de la línea de pobreza y los informales aún peor.
La renuncia de Guzmán se circunscribe a la que presentó, el pasado 6 de junio, Matías Kulfas, ex ministro de Desarrollo Productivo.
En ambos casos, las decisiones de los funcionarios ministeriales se superpusieron a la interna dentro de la coalición de gobierno, que expresó en distintos actos públicos la actual vice presidenta Cristina Fernández (CF). Cuando el 3 de junio YPF celebró 100 años, Cristina Fernández dijo en un acto realizado en Tecnópolis: “Te dije que vos tenías la lapicera, yo lo que te pido es que la uses”. Y ese uso se refería a los “que tienen que darle cosas al país” porque “se han ganado fortunas en Argentina” ya que el balance de 2021 triplicó al del 2020. El mensaje fue dirigido al mandatario Alberto Fernández, quien la escuchó y compartió el escenario con la vice presidenta.
Más acá, cuando el sábado pasado renunció Guzmán, al mismo tiempo CF conmemoraba en Ensenada los 48 años del fallecimiento de Juan Domingo Perón, junto al intendente de Ensenada, Mario Secco y al líder de Berazategui, Juan Muzzi. Allí CF dijo que la causa de la inflación es la economía bimonetaria y no el déficit fiscal. “Él (Carlos Melconian) no está tan convencido de eso, piensa más parecido a Guzmán con el tema del déficit fiscal”, manifestó. CF se refería así al intercambio que tuvo en una reunión el pasado 22 de junio con Melconian, economista de la Fundación Mediterránea y ex funcionario de los ex presidentes Carlos Menem y Mauricio Macri.
Dos días antes, CF participó en un plenario de la CTA de los Trabajadores, donde planteó también que el principal y real problema de la Argentina es la economía bimonetaria: “los dólares están afuera. Y eso es el problema que hoy tenemos”.
Este es uno de los cuellos de botellas que también mencionó esta semana el economista y director del Banco Nación, Claudio Lozano. “Si tomás el panel de las 500 empresas más importantes, el 78% del valor agregado está en manos extranjeras, el 80 % de las exportaciones en manos extranjeras, el 80 % de las importaciones en manos extranjeras”, señaló y agregó que grupos originalmente locales “en el marco del endeudamiento y la fuga funcionan con otra moneda porque su mapa de referencia es el mundo y le imponen esa moneda al resto de los mortales que tenemos posiciones subordinadas”.
Disputas empresarias
Pero la interna en la coalición de gobierno no solo explica la renuncia de Guzmán. Es también producto del tironeo de la fracción empresaria por la rentabilidad en un contexto de guerra mundial. La semana siguiente a la renuncia de Kulfas, Guzmán y Fernández presentaron un proyecto para un impuesto a la renta inesperada que afectaría empresas con ganancias superiores a 1.000 millones de pesos, que representaría el 1% de las empresas del país.
La Bolsa de Comercio de Córdoba lo rechazó y emitió un comunicado que planteaba que “cumplir con las metas acordadas con el FMI es una condición necesaria, aunque no suficiente” y “no puede basarse en la implementación de un nuevo impuesto temporal”.
En sintonía, al cumplir 20 años la Asociación Empresaria Argentina (AEA), el CEO de Clarin Héctor Magnetto habló de “décadas de crecimiento ínfimo, de inflación endémica, de desequilibrios fiscales y de balanza de pagos permanentes, de emisión monetaria y endeudamiento para financiarlos”. Fue un panel compartido con Luis Pagani (Arcor) y Alberto Hojman (BGH). También estuvieron Paolo Rocca (Techint), Eduardo Elstain (IRSA), entre otros empresarios y funcionarios como el propio ministro Guzmán. Carlos Melconian también estuvo presente en el evento.
Pero no solo el tironeo al ex ministro de Economía vino de este sector empresario que tiene más costos y asiento en el territorio nacional. El 14 de junio los pasivos remunerados (Leliq y otros instrumentos) del Banco Central de la República Argentina (BCRA) superaron por primera vez los 6 billones de pesos. Cuando Macri dejó la Casa Rosada ese pasivo era de 1,09 billón de pesos.
Para frenar esa bomba de tiempo, el BCRA comenzó a aumentar su tasa de interés y el propio presidente de la entidad Miguel Pesce dijo que era un “un momento complejo” de la situación financiera argentina. Entrado julio, el BCRA aumentó por sexta vez en el año la tasa de interés de referencia.
Es esta la situación por la que el propio Guzmán se reunió con la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) el 23 de junio para decirles que el Tesoro “es solvente y honrará sus compromisos”. También el entonces ministro les consultó por qué preferían las Leliq y los banqueros le respondieron que el riesgo del BCRA es menor que el del Tesoro.
A fin de junio, el BCRA había transferido al Tesoro durante este año adelantos por 435.051 millones de pesos cerca del tope que propone el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 438.500 millones de pesos.
La última corrida
El 27 de junio el BCRA dispuso que hasta el 30 de septiembre las compañías deberán buscar financiamiento para poder adquirir insumos del exterior cuando superen en hasta un 105% el total importado durante 2021.
Así trataban de poner un freno a la salida de dólares fundamentalmente para atender la importación de energía. Un día después el dólar alcanzó los récords en su cotización: el blue 239 pesos (16% de aumento en el año), el dólar bolsa 243 (23%), el contado con Liqui 250 pesos (24% de aumento) y el oficial 130 (21% de aumento en el año).
Antes de la medida del BCRA, hubo un “festival de importaciones” como mencionó CF en el acto con la CTA para conmemorar el Día de la Bandera. Las que más importaron son justamente empresas estatales. CAMESA importó 1.100 millones de dólares más que el año pasado en combustible para las usinas eléctricas, IEASA que trae gas 1.400 millones de dólares más que el año pasado y también se le sumaron la petrolera estatal YPF, PAE (Bulgheroni) y Raizen (ex Shell), que fundamentalmente importaron gasoil para abastecer la actividad de producción agro exportadora. En la lista también están un grupo de ensambladoras tecnológicas radicadas en Tierra del Fuego y un grupo de automotrices como Iveco y Toyota, señaló en el programa Brotes Verdes el periodista Alejandro Bercovich.
El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, alertaba sobre la medida de gobierno porque “el acceso a insumos importados es clave para que el proceso productivo no se detenga”.
Guzmán, el 27 de junio, dijo en un programa radial: “si no hubiese un buen mercado de deuda pública en pesos se dependería más del financiamiento monetario y dañaría el mercado de capitales”.
Ya para esa fecha, hasta el propio FMI le quitaba el respaldo a las políticas impulsadas por el economista y docente en la Universidad de Columbia (Estados Unidos). “En el contexto de la reciente volatilidad de mercado, los esfuerzos para fortalecer la deuda en pesos es crítico”, indicaron en un informe.
Mercado…de capitales
Los bonos CER son papeles de poca demanda en el mercado financiero atados a la inflación real. Y es la estatal IESA (ex ENARSA) una de las que salió a vender al mercado bonos equivalentes a 9.000 millones de pesos y desató parte de la última corrida bancaria.
Según Adrián Cosentino, presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), se trata de “elementos de temor” ya que la industria de Fondos Comunes de Inversión (FCI) “se ven impulsadas por fenómenos de naturaleza psicológica” porque sus principales inversores son personas físicas.
Esta industria de FCI creció 23,37 % este año y alcanzó un patrimonio de 4,6 billones de pesos administrados, en realidad, por 657 FCI.
Una de las primeras reuniones de la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, fue con el titular del BCRA, Miguel Pesce. En un comunicado conjunto indicaron: “avanzar en el desarrollo del mercado de capitales, seguir trabajando en un programa fiscal sustentable y en la acumulación de reservas, forman parte de la hoja de ruta trazada por el gobierno para estabilizar la economía”.
Batakis fue ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires cuando su gobernador era Daniel Scioli. Ahora, hace tándem con el ex embajador en Brasil que vino a reemplazar a Kulfas. Batakis, quien cuenta con mayor consenso dentro de la coalición de gobierno, dijo que el “salario en la Argentina perdió poder de compra y tenemos como objetivo recuperarlo”. Lo mismo plantean desde el movimiento obrero.
“No es casual que Argentina tenga 26 millones de personas que no llegan a fin de mes y 114.000 multimillonarios en dólares con fortunas equivalentes a 5 Argentinas pero el 70% de la fortuna está afuera”, señaló Lozano.
Pero lo puja por el poder no cesa. Hace una semana, el titular de la Aceitera General Deheza (AGD), Roberto Urquía, dijo que al gobierno “le falta coraje para tocar otros sectores que pueden tributar más que el campo” como los bancos, mineras y petroleras.
Mucho antes, en el acto realizado en CGT en conmemoración a la muerte de Perón, Alberto Fernández dijo que “el poder no pasa por quien tiene la lapicera sino por quien tiene la capacidad de convencer».
Esta es la situación con la tendrá que lidiar la nueva ministra en los próximos meses.