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ras el acuerdo de abril con el FMI, el Gobierno abrió primero una nueva ola de emisión de bonos de deuda, pasó a utilizar directamente el superávit fiscal mensual -que resulta de recortar el gasto público- para intervenir en el mercado de cambio y, ahora, relanzó las privatizaciones: puso en venta más de una docena de empresas y servicios públicos de energía e infraestructura, que no estaban incluidas en la Ley Bases. Entre ellas, corredores viales como la ruta del Mercosur y las cuatro centrales hidroeléctricas de Comahue (Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila) cuyas concesiones vencen en agosto próximo.
Por estas últimas, aseguró el ministro Luis ‘Toto’ Caputo, ingresarán entre 400 y 500 millones de dólares. Lo dijo en el programa de streaming Carajo, de “el Gordo Dan”. Allí sonó como fanfarrias pero es como raspar la olla.
En el acuerdo de abril, el FMI puso condiciones y metas. Que su plata no puede utilizarse para ofrecer divisas baratas en el mercado de cambio. Y que en junio, las reservas netas del BCRA fueran negativas pero en no más de 500 millones de dólares. Era una meta a alcanzar ya que a fines de 2024 computaban -3.000 millones. Pero hoy están peor que entonces: -7.300 millones de dólares, según reciente el informe de la Fundación Mediterránea.
Por reservas netas se computa el dinero líquido disponible para ser usado directa e inmediatamente, sea para intervenir en el mercado de cambio, para pagar deuda o cubrir necesidades de importaciones, por ejemplo. Así, para cualquiera de estas operaciones tiene que seguir pidiendo prestado.

El relanzamiento de las privatizaciones fue publicado la semana pasada en el Boletín Oficial a través del Decreto 416/2025. Las operaciones habilitadas, tanto para nacionales como para extranjeros, son de venta de acciones a través de concursos públicos, de Oferta Pública de Venta (OPV) en Bolsa, de concesión de la actividades de la empresa de que se trate para dar de baja su CUIT y cerrarla. Las mismas se realizarán de forma electrónica a través de los sistemas CONTRAT.AR y SUBAST.AR.
A modo de incentivo, el gobierno destaca en el decreto que podría haber financiamiento de organismos multilaterales o socios privados. Pero en esta línea de acción del plan Caputo también hay dudas debido al bajo nivel actual de ejecución: ya habían puesto en venta Aerolíneas Argentinas, el Banco Nación, Radio y Televisión Argentina y Correo Argentino, y nada concreto apareció hasta ahora.