Livent secó 11 kilómetros de vega del río Trapiche”, dijo Romina Pesalaccia, militante en la Red de Asambleas de Pueblos Catamarqueños en Resistencia y Autodeterminación (Pucará), integrada por varias asambleas de vecinos y comunidades.
Más allá de los informes de impacto ambiental realizado por las empresas, indicó Pesalaccia, “los datos reales son los que se ven a través del tiempo. Por más que nos entreguen estudios de impacto ambiental, necesitamos que se estudie en profundidad”.
Desde Pucará plantearon que no saben cuál es el impacto de sacar por tanto tiempo agua de subsuelo. “Tenemos el ejemplo de una sola empresa hasta ahora. Pero con la expansión del boom del litio vamos a tener miles de piletones de un montón de empresas”, explicó.
El proceso de explotación consiste en un sistema evaporítico donde en piletones gigantes de unos 50 centímetros de profundidad y una superficie del tamaño de una cancha de fútbol profesional, se evapora el agua extraída y queda la sal donde se extrae el litio. “2 millones de litros de agua por una tonelada de litio. Eso es lo que se evapora”, graficó.
Pesalaccia indicó que en Catamarca hay dos mega proyectos. “Uno es el de Livent y otro que está empezando a funcionar es el de Liex en Fiambalá. Aún así hay muchos más. En el Salar del Hombre muerto hay cinco empresas en una fase de exploración avanzada. Es grave y preocupante la situación”, remarcó.
Pesalaccia manifestó que viven “un consenso extorsivo porque es te entramos por las buenas o te entramos por las malas. Por las buenas con migajas, por las malas mirá lo que está pasando en Jujuy. Juegan con la necesidad de la gente”.
Consultada sobre si algo queda de la explotación del litio, Pesalaccia indicó que “no ha dejado nada. Dejan el 3% de regalías que es nada. Hay un fideicomiso minero para obras que solo le sirven a la actividad minera”. Además, manifestó que “Livent estuvo subfacturando. Facturaba la exportación de litio menos de lo que salía internacionalmente. Eso fue una evasión de millones de dólares”. Hace unas semanas, en Antofagasta, “mamas y papas de escuelas cortaban rutas por un aula calentita, la comida, baños. Hay escuelas en Antofagasta que no tienen baños en condiciones”, concluyó.