El mercado mundial del acero bruto computó 1.892 millones de toneladas (mT) en 2023 y el 54% (1.019 mT) fue producido por la siderurgia radicada en el gigante asiático. Como desde 2020, el podio por empresas es liderado por la estatal China BaoWu Group que duplicó a la indo-europea ArcelorMittal.
Le siguieron la también china Ansteel Groupab y luego la corporación japonesa Nippon Steel. Segunda en la lista por países quedó India, donde se produjeron 140,7 mT de acero (7% mundial) el año pasado. Le siguieron Japón (86,9 mT), EEUU (81,3 mT) y Rusia (76,0 mT).
El registro de la Asociación Mundial del Acero WorldSteel muestra que de las 15 principales siderúrgicas, 13 están en Asia oriental. Lo mismo que las plantas de las industrias globales de electrónica, procesadores y microchips, e igual que los puertos que mueven el mayor volumen de contenedores del mundo. La zona cero, cuello de botella de las cadenas globales de suministros, está cada vez más caliente por las tensiones entre las viejas potencias nacionales estancadas y las nuevas emergentes: aunque son cada vez más interdependientes en una sistema productivo deslocalizado y en un mercado globalizado, el sentido de la dependencia es lo que justamente está virando. Así lo ve hasta el grupo financiero Goldman Sachs. “Nunca en la historia del mundo se ha dado una situación con esta dinámica, en la que las economías estén tan entrelazadas y la competencia sea tan acalorada”, dijo su director de asuntos globales, Jared Cohen, ex asesor también del Departamento de Estado norteamericano.
Expansión y re-ubicación
Aunque con una tendencia histórica siempre al alza, la producción mundial de esta aleación de hierro subió su escalón más alto en la primera década de este siglo. Casi que duplicó su volumen: de 850 mT en 2000 a 1.414 mT en 2010. Desde entonces sube proporcionalmente año tras año.
Al inicio de ese ciclo, en la UE computaron 193,5 mT, en Japón 106,4 y 101,8 en EEUU. Una década después: 173 mT, 110 y 81, respectivamente. La industria del acero también había migrado a China que pasó a producir 627 mT en 2010 explicando ya desde entonces casi el 50% del total mundial. Y llegó ahí dando un gran salto: aumentó 840% con respecto a las 66,4 mT de 1990.
Crítico
El acero es un insumo fundamental para los demás sectores, desde la construcción, la manufactura y el resto de ramas industriales. Aquella región oriental de Asia demanda el 71% del total producido. China sola, el 51%: es además el principal exportador y sus clientes están ahí en los alrededores. Para graficar: el consumo de acero de Sudamérica es menor al de Japón (3% del total) y equivale a un cuarto de toda Europa (10%) y un tercio de EEUU (7,7%) que, justamente, es el principal importador. Por lo visto, la industria básica está en la raíz del movimiento realizado por la economía mundial desde el inicio de la expansión neoliberal que devino en integración global y llegó así al actual punto crítico. En 1980 el PBI mundial era de 11,3 billones de dólares y se concentraba en un 2,8% en el Norte de América y 2,9% en el continente europeo. En 2020 suma 85 billones con la participación del 21% de EEUU, 15% de la UE y otro 15% de la antes inexistente economía china. Y sobre esa re-distribución, otro diferencial: el 40% del PBI chino corresponde a toda la industria. Y el acero abastece a todas las demás ramas.
Fue justamente en 2020 y en pandemia que BaoWu Steel Group pasó a ser la siderúrgica líder del mundo desplazando a ArcelorMitall. Ese año, la privada indo-europea registró una caída del 19% en el volumen producido y la estatal china subió 21%, en parte con la compra de Taiyuan Iron & Steel Group. En este mercado mundial, la situación para cada uno de los Estados es bien otra. El cambio de roles en la economía –y en la política– es evidente. Y que el impulso que lo produjo ya no es tal, también. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que incluso para el año próximo la actividad económica continuará lenta con apenas un 3,3% de crecimiento en promedio. Los llamados países desarrollados de Occidente oscilan entre algo más que cero (Europa) y casi 2% (EEUU). Y en todo Oriente la actividad subirá un 5% como mucho.
En su análisis, la WorldSteel apunta que la región europea –y sus siderurgias– “sigue siendo la que afronta los mayores retos: cambios geopolíticos, inflación elevada, endurecimiento monetario, recorte de las ayudas fiscales y precios aún elevados de la energía y de las materias primas”.
En concreto, ya no hay tasas chinas para nadie y nadie puede seguir existiendo como está. Así es que aparece la guerra directa y la pelea por cerrar/ganar territorios y cerrar contratos exclusivos para aprovisionarse de recursos naturales. Según el Fondo, África, cuna de los minerales críticos como el cobalto y el cobre, crecerá al 4%. Más que el Norte justamente donde está radicado el capital de origen. Para Laura Richardson, del Comando Sur del Ejército Norteamericano, todo lo que hay bajo suelo, desde el Río Bravo a la Antártida, tiene que ser suyo.
Sudacas
Aunque con domicilio fiscal en Luxemburgo, el Grupo Techint aparece como la principal empresa siderúrgica sudamericana y número 26 en el mundo con un total de 14,82 mT producidas en 2023. Tiene 17 plantas operativas repartidas en Argentina, Brasil, Colombia, Guatemala, México y EEUU.
Con 31,7 mT, Brasil es el noveno país del ranking mundial, primero en América Latina y segundo en todo el continente detrás de EEUU y por encima de México (16,1 mT) y Canadá (12,1 mT).
La producción 2023 en Argentina fue de 4,9 mT. Tres empresas realizan el proceso completo de fundición, aceración y laminación: Acindar (de ArcelorMittal), Tenaris-Siderca y Ternium-Siderar (ambas del Techint). El resto, entre los que se destacan AcerBrag (Grupo Votorantim), Aceros Zapla, Sipar-Gerdau (Grupo Gerdau), completan la composición del sector siderúrgico y forman la Cámara Argentina del Acero (CAA).
En 2008, ArcelorMittal se quedó finalmente con la propiedad completa de Acindar. Así, el grupo anglo-indio, por entonces primero en el orden mundial fruto de fusiones y adquisiciones, “sella la tendencia hacia la colonización extranjera del sector siderúrgico local”, comentó El Cronista Comercial.
No solo aquí sino en otros de los 60 países en los que opera, Arcelor tiene conflictos con sus trabajadores. En México, tras 55 días de huelga acaba de reconocer errores en sus estados contables 2022 y 2023 por lo cual liquidó a sus empleados menos utilidades de las que corresponden por convenio.
Otros saltos
Casi dos tercios del acero mundial se generan con el reciclado de desechos y materiales y no exclusivamente con mineral de hierro, del que se extrajeron 1.500 mT el año pasado también. Con el mapa de la producción dado vueltas pero conservando el estándar de países de altos ingresos (13.846 dólares per cápita), la UE, EEUU y Gran Bretaña se han convertido en los principales exportadores de chatarra. Los dos primeros con algo más de 17 millones de toneladas.
En la misma proporción, la fundición de los altos hornos ha sido reemplazada por los eléctricos. Así, y sumando el transporte marítimo, el precio de la energía es fundamental en la cotización del acero en el único mercado: el mundial.