Los mandatarios de EEUU y de Japón acordaron iniciar nuevos planes de cooperación y desarrollo de sus fuerzas armadas. “Es el progreso más importante de nuestras alianzas desde el fin de la Guerra Fría”, anunció Joe Biden este 10 de abril, tras recibir la visita del primer ministro Fumio Kishida.
Se trata de modernizar la estructura de comando y control militar norteamericano en la isla para “mejorar la interoperabilidad y que nuestros ejércitos puedan funcionar sin fisura y con eficacia”, explicó el norteamericano y agregó que proyectan realizar en la zona un ejercicio militar trilateral con el Reino Unido. Lo mismo que vienen haciendo ya con Corea del Sur, con quien agendaron 48 maniobras militares conjuntas a lo largo de 2024: el doble que en 2023.
El acuerdo incluye también el desarrollo y la producción de misiles, el mantenimiento de buques de guerra y aviones estadounidenses y la formación de pilotos de caza. Con Kishida a su lado, Biden aclaró a la prensa que se trata de una “alianza de naturaleza defensiva”. Para que no queden dudas sobre el carácter del anuncio, se despachó con otro: “Por primera vez, Japón, Estados Unidos y Australia crearán una red de misiles aéreos y una arquitectura de Defensa”.
En un comunicado posterior, la Casa Blanca informó que el AUKUS -otra alianza militar que formaron EEUU, la Gran Bretaña y Australia en 2021- está estudiando trabajar con Japón sobre informática cuántica, tecnología submarina, hipersónica, inteligencia artificial y cibernética.
También después, Kishida confirmó que en la reunión hablaron sobre las tensas relaciones entre China y Taiwán y su compromiso al respecto: “defender el orden internacional basado en el Estado de derecho”. El que domina desde 1945 a esta parte.
Japón es parte de la “Asociación de Seguridad de Minerales” (MSP), una iniciativa lanzada también en 2022 para reforzar las cadenas occidentales de abastecimiento de minerales críticos (mercado que dominan las empresas chinas) fundamentales para semiconductores y micro chips: mercado que dominan en producción y ensamble las compañías internacionales asentadas en varios países -Taiwan, China y Corea del Sur- de la región indo-pacífico.
Zona, además, en la que se montaron los principales puertos comerciales del mundo y que es atravesada por un denso flujo marítimo que, en dirección a occidente, hace embudo entre el Canal de Suez, el Mar Rojo y el Estrecho de Ormuz. Días atrás, en sus inmediaciones, la Guardia Revolucionaria de Irán retuvo un carguero de la empresa israelí Zodiac Maritime.
China es el primer proveedor del mercado norteamericano, ya sea directamente o triangulando vía México. También es el principal socio comercial de Japón. Japón figura tercero como origen y como destino del comercio exterior chino. Y también como el principal aportante de Inversión Extranjera Directa (IED) en EEUU. Los países hacen como propios estos registros contables. Lo cierto es que el 80% del comercio internacional se realiza intra-firmas: holdings (sociedades de cartera que administran la propiedad de otras sociedades) con eslabones en todos los territorios.
Al día siguiente de los efusivos anuncios de la Casa Blanca, habló Mao Ning, vocero de las Relaciones Exteriores chinas. Primero aclaró que EEUU y Japón “no deben apuntar a otros países ni dañar los intereses de otros o socavar la paz y la estabilidad regionales”. Después, que ambos “han difamado y atacado a China en cuestiones marítimas y sobre Taiwán, interfiriendo gravemente en los asuntos internos” de su país. Por último, manifestó a la prensa la disposición de “seguir manejando adecuadamente los asuntos a través del diálogo”, pero aclarando que “la soberanía territorial y los derechos e intereses marítimos de China son inviolables”.
El acento estaba bien puesto sobre el Estrecho de Taiwan y las aguas del Mar Meridional que Filipinas pretende suyas, a modo de advertencia ante la cumbre trilateral que iba a acontecer en Washington ese día: a la visita de Kishida se sumaba también el filipino Ferdinand Marcos.
Biden, Kishida y Marcos sacaron fotos y un comunicado expresando la preocupación “por el peligroso y agresivo comportamiento de la República Popular China”. “Cualquier ataque contra aviones, buques o fuerzas armadas filipinas -precisó el anfitrión-, activa el tratado de defensa mutua”.
Embarcaciones chinas y filipinas chocaron allí el 4 de marzo. El 23, la Guardia Costera china expulsó tres barcos filipinos que entraron “ilegalmente” incumpliendo acuerdos previos, según dijo Wu Qian, portavoz de la cartera de Defensa.
El canciller Wang Yi advirtió tomar “medidas justificadas para defender nuestros derechos de acuerdo con la ley y ante provocaciones innecesarias” que le adjudicó a filipinos y norteamericanos. Por esos días se realizaba en Pekín la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional. El presidente Xi Jinping la inauguró llamando al ejército a prepararse para afrontar un posible conflicto militar.
Hacía casi una década que ningún mandatario nipón pisaba EEUU. Además de honores y cena de gala, a Fumio Kishida le dieron la palabra en el Congreso para que diga precisamente que esas acciones de China “representan un desafío sin precedentes, y el mayor desafío estratégico no sólo para la paz y la seguridad de Japón, sino para la paz y la seguridad de toda la comunidad internacional”.
La definición no solo figura en el Libro Blanco de la Defensa que su país actualizó en de julio de 2023 sino también en los lineamientos adoptados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a cuyas últimas reuniones anuales también ha asistido, aunque su isla se ubica en el Pacífico Sur.
Obviamente que también habló ahora de “la agresión de Rusia a Ucrania”. “Ucrania hoy puede ser Asia Oriental mañana”, dijo literalmente plegándose a la actual concepción occidental de las ententes en juego.
Jens Stoltenberg, titular de la OTAN, las explicitó hace unos días: Rusia, China, Corea del Norte e Irán son el eje de las “potencias autoritarias” que trabajan contra “las democracias occidentales”, explicó en la BBC. Conclusión: “El mundo es ahora mucho más peligroso, mucho más impredecible”, dijo en la entrevista realizada a colación de los 75 años que acaba de cumplir la Alianza.
El gobierno israelí carga en su haber 33.500 muertos y 76.000 heridos desde octubre a la fecha en su embestida sobre la población palestina en la Franja de Gaza. Van casi tres semanas desde que voló también la embajada de Irán en otro país, Siria. Las potencias occidentales siguen bloqueando la condena del Consejo de Seguridad de la ONU.
Cuando a OTAN conmemoraba su 70 aniversario Stoltenberg había asegurado que “no solo es la alianza más larga de la historia, sino la más exitosa”. Premonición o planificación, a renglón seguido aclaró que “el éxito del pasado, no garantiza el éxito en el futuro”.
La Unión Europea definió hace 20 días ajustar el gasto público en general para concentrarlo en áreas de “prioridad común”: transición digital, transformación energética, seguridad y defensa. En la reciente cumbre de presidentes, acordaron poner en marcha el refuerzo militar presupuestario y una nueva emisión de bonos de deuda común para financiar el re impulso de la industria de armamentística . A la población, le pidieron que se prepare para afrontar “todos los peligros”.
“Si no otorgamos a Ucrania suficiente apoyo para detener a Rusia, nosotros seremos los siguientes”, viene sosteniendo el belga Charles Michel, titular del Consejo Europeo. Sobre todo, desde que el parlamento norteamericano no renueva el financiamiento para re-abastecer al ejército ucraniano.
America First («Estados Unidos primero») parece ser la consigna de la hora. Tanto se nota que hasta el jefe noruego de la OTAN cortó la torta de aniversario pero llamando a mantener la unidad (ver video).
El 1° de abril, el papa Francisco advirtió de la necesidad de detener los “vientos de guerra” que soplan sobre Europa y el Mediterráneo, cuyas aguas mojan las playas de Gaza. Este viernes anunció que en septiembre realizará el viaje más extenso de su papado por Papúa Guinea, Timor Oriental, Indonesia y Singapur. Serán 10 días recorriendo, justamente, el Indo-pacífico.