Este lunes el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció la suscripción del acuerdo de “estabilización cambiaria con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (EEUU), por un monto de hasta USD 20.000 millones”.
Uno de los objetivos del denominado Swap, señaló el comunicado, “es contribuir a la estabilidad macroeconómica de la Argentina, con especial énfasis en preservar la estabilidad de precios y promover un crecimiento económico sostenible”.
Previo al acuerdo suscripto, hubo viajes del presidente Javier MIlei y funcionarios argentinos a EEUU, como así también anuncios parciales por parte del Secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent.
El momento bisagra fue el pasado 9 de octubre, cuando el Tesoro norteamericano compró pesos y vendió dólares en el Mercado Único Libre de Cambios (MULC) para frenar la corrida cambiaria. Fue a través del Banco Santander, Citi y JP Morgan. Y no pudo aliviar la suba de la divisa norteamericana. Del 9 de octubre hasta este miércoles 22 de octubre, la divisa estadounidense aumentó 4,1%: pasó de 1459 a 1520 pesos el tipo de cambio minorista.
Pero si se va más atrás en el tiempo, desde el 15 de abril de este año (cuando el FMI desembolsó más dólares de deuda con Argentina), la divisa aumentó 23%.
Uno de los dilemas del Gobierno es cómo pagar los más de 34.200 millones de dólares hasta diciembre de 2027, cuando se termina el mandato de Javier Milei.
Otro de los dilemas tiene que ver, como se señaló en esta nota, en cómo los estados nacionales están atravesados y vulnerados por las cadenas globales, principalmente de movimiento de capitales que lideran las fracciones financieras personificadas en los Fondos Comunes de Inversión (FCI).
La volatilidad del capital hace que aun inyectando dólares en las reservas internacionales, tampoco alcance: ni para pagar compromisos de deuda ni para estabilizar el precio de la divisa norteamericana.
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Lo que mira EEUU
Argentina no es el único frente abierto que tiene el gobierno de Donald Trump.
Milei está “comprometido con sacar a China de Argentina, que está por todas partes en América Latina. ¿Quiéres disparar más barcos como Venezuela? No queremos un Estado fallido”, señaló Bessent, a la cadena Fox News, cuando le preguntaron por la ayuda al país hace diez días.
Pero el funcionario norteamericano fue por más: “Anoche vimos como China imponía más controles a la exportación de tierras raras y Argentina es rica en tierras raras y uranio. Y creo que están comprometidos con la llegada de empresas privadas estadounidenses y con ser buenos socios con ellas”.
Como se señaló en esta nota, el gobierno de EEUU está enfocado en lograr acuerdos para garantizar la provisión directa de estos minerales sorteando el liderazgo mundial de China.
Las respuestas de China a las declaraciones de Bessent no demoraron. En un comunicado de la Embajada China en Argentina, sostuvieron que EEUU volvió a “dejar de manifiesto la mentalidad arraigada en los tiempos de la Guerra Fría” y agregaron que “Bessent parece ignorar que China viene impulsando valiosas acciones de cooperación con los países de la región en las más diversas áreas”.
Como se puede ver en la línea del tiempo con los principales hechos de este año, en esos días Donald Trump impuso aranceles del 100% a los productos de China que empezará a regir a partir del 1 de noviembre.
El nuevo Plan Brady
Mientras se anunció el swap con EEUU, el entonces secretario de Finanzas (desde ayer Canciller), Pablo Quirno anunció tratativas “para llevar adelante una operación de recompra de deuda soberana destinada a reducir el costo de financiamiento del país y fortalecer la inversión en educación”.
En su cuenta de X, el funcionario aclaró que “esta operación, comúnmente llamada ‘Deuda por Educación’, consiste en recomprar deuda soberana argentina en el mercado y reemplazarla por financiamiento a tasas más bajas gracias al apoyo de agencias y organismos multilaterales. Para su estructuración, se ha designado a JP Morgan como el banco que nos asistirá en este proceso”, detalló el funcionario. Esta semana, el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, participó de un evento en nuestro país y dio a conocer un informe a sus inversores/clientes, en el que detalla a qué empresas argentinas ‘apostar’: Banco Macro (BMA), Grupo Galicia y SUPV. Además, en el documento se menciona el escenario electoral: “La posibilidad de un mejor desempeño de LLA respecto a septiembre no es menor, y de confirmarse, podría impulsar una revaluación significativa de los activos argentinos”, sostiene.
La Secretaría de Finanzas anuncia que ha comenzado las tratativas para llevar adelante una operación de recompra de deuda soberana destinada a reducir el costo de financiamiento del país y fortalecer la inversión en educación.
Esta operación, comúnmente llamada “Deuda por…
— Pablo Quirno (@pabloquirno) October 20, 2025
El JP Morgan fue el banco donde se desempeñaron varios de los funcionarios del gobierno nacional. Luis Caputo, como jefe de trading para América Latina del JP Morgan Chase entre 1994 y 1998, Pablo Quirno, secretario de Finanzas, fue director para Latinoamérica en la sede neoyorquina, mientras que Santiago Bausili acumuló 11 años en el banco de origen norteamericano.
Ayer, la Comisión Nacional de Valores (CNV) modificó normas y cambios en el régimen de tokenización de valores negociables, que amplía los instrumentos financieros que pueden representarse digitalmente mediante tecnologías de registro distribuido y simplifica los procedimientos de emisión. Estableció que podrán tokenizarse acciones, obligaciones negociables, Cedears, certificados de fideicomisos financieros y cuotapartes de fondos comunes de inversión cerrados.
El nuevo Plan Brady implicó, días previos a las elecciones, reestructurar deuda con el JP Morgan y modificar las normas del mercado de capitales destinados al capital financiero.
Brady fue el nombre del plan de reestructuración de deuda para países de América Latina en 1989. Y también el apellido del secretario del Tesoro de EEUU, durante los mandatos de Reagan y Bush padre.
