S
ergio Mattarella, presidente de Italia, aceptó ayer la renuncia del primer ministro, Mario Draghi, luego de que sus tres socios en la coalición de unidad nacional, la Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi; la Liga de Matteo Salvini, y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Giuseppe Conte, le retirasen su apoyo durante una moción de confianza este miércoles en el Senado.
La oficina de la presidencia, en un comunicado, aseguró que “el Presidente de la República ha tomado nota. El Gobierno se mantiene en el cargo para encargarse de los asuntos corrientes”. Mientras, Mattarella “recibirá por la tarde en el Palacio del Quirinal a los presidentes de las Cámaras, de conformidad con el artículo 88 de la Constitución”, el cual alude a la disolución del Parlamento previo a la convocatoria de elecciones anticipadas que podrían celebrarse a finales de septiembre o principios de octubre, tras el anuncio de la disolución de las Cámaras”, y conforme a los plazos establecidos por la Constitución de ese país europeo, para su oficialización.
La dimisión del primer ministro italiano trajo consigo la subida de la prima de riesgo hasta 238 puntos; en tanto la Bolsa de Milán experimentó una caída de un 2.29 por ciento a una hora de su apertura.
En fechas recientes sindicatos, patronales, asociaciones de diversa índole, e incluso la Iglesia Católica, habían animado a la continuidad de Draghi, quien fue titular del Banco Central Europeo entre 2011 y 2019, para buscar solventar la crisis económica, energética y social por la que atraviesa el Italia en la actualidad.