Antes de su viaje a Estados Unidos el pasado 27 de noviembre, el presidente electo de Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, dijo que su gobierno recortará “lo que tengan que recortar” y dio lugar, ante la pregunta del periodista, a la posibilidad de que los trabajadores no tengan su medio aguinaldo en diciembre.
En una cuenta de X (ex Twitter) denominada “Oficina del Presidente Javier Milei”, realizó los anuncios de su agenda previa a la asunción y de quiénes oficialmente integrarán su gabinete. En los medios, la danza de nombres era mayor a los cargos en función a ocupar.
El cordobés Osvaldo Giordano, uno de los primeros designados, ocupará la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). Giordano es el ministro de Finanzas de Juan Schiaretti, asesor de la Fundación Mediterránea y conocido por los cambios en las jubilaciones cordobesas durante la pandemia, en las que muchos pasivos dejaron de percibir el 82% para pasar al 67%.
También nombró en YPF a Horacio Martín, presidente de Exploración y Producción de Tecpetrol, empresa subsidiaria de Techint. Es decir, un hombre de Paolo Rocca.
— Oficina del Presidente Javier Milei (@OPEArg) November 24, 2023
En el ministerio de Economía y el Banco Central de la República Argentina (BCRA), fueron poniendo y sacándose el traje de funcionarios varios dirigentes. Pero la pulseada la ganó Luis “Toto” Caputo, quién irá a la cartera de Economía y acompañó a Milei en su viaje a EEUU. Fue ministro de Finanzas y presidente del Banco Central de la República Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri y es primo de Nicolás Caputo, propietario de Central Puerto, Edesur y Mirgor, entre otras empresas. Como funcionario de Macri, reemplazó en junio de 2018 a Federico Sturzenegger en el BCRA.
En EEUU, Milei y Caputo, estuvieron acompañados por Nicolás Posse, Karina Milei (hermana del presidente electo), Santiago Caputo (sobrino de Luis y Nicolás Caputo) y Gerardo Werthein, propietario de DirecTV Argentina y designado embajador en EEUU.
Aún sin asumir el gobierno, la hoja de ruta marca algunas tendencias. No habrá, por el momento, dolarización. Tampoco sorpresas en relación a las Leliq, le indicó “Toto” a un grupo de banqueros antes de viajar. Sí habrá un fuerte ajuste fiscal y monetario.
“Va a haber una estanflación, porque cuando hagas el reordenamiento fiscal eso va a impactar negativamente en la actividad económica”, confirmó Milei ni bien regresó de EEUU. Esto implica básicamente aumento de precios con recesión.
El gabinete designado hasta ahora tiene una mezcla de fundadores de LLA y “los mismos de siempre”, como le llamó Milei a la casta en su campaña presidencial.
Situación
Antes del balotaje, la doctora en sociología, Mónica Peralta Ramos, manifestó a este medio su asombro del momento por “la falta de vinculación entre lo que ocurre en el mundo y lo que ocurre día a día acá, como si estuviéramos colgados en otro planeta”. Justamente planteó que la intensidad de los conflictos actuales acá “son producto de las circunstancias locales, pero están imbricados por lo que pasa a nivel internacional”.
Lo que está en disputa -señaló- es la hegemonía del petro-dólar y de EEUU.
BlackRock, uno de los Fondos Comunes de Inversión (FCI) más grandes del mundo, señaló en un reciente informe que los bonos vinculados a la inflación “siguen siendo nuestra sobreponderación de mayor convicción en el horizonte estratégico”. Si bien la inflación está cayendo en el corto plazo, en el largo proyectan en términos globales “una inflación por encima del 2% objetivo de política del banco central”. Es que hay grandes cambios estructurales que “limitan la oferta: desaceleración de la fuerza laboral, fragmentación geopolítica y transición hacia una economía de carbono”.
Lo que no se advierte en lo nacional -ante la crisis mundial- es que los procesos de centralización monetaria que llevan a cabo los bancos centrales suben las tasas de interés de referencia, encarecen el precio de su moneda y los países deudores pasan a deber más. Así se señala en este informe de cómo esa succión de recursos de los diferentes mercados del mundo convulsiona las condiciones de vida.
De alguna manera, en Argentina, este cuello de botella se refleja con la caída de reservas, el tipo de cambio y las tasas de interés que el BCRA le paga a los bancos por las Leliq. Pero detrás de las medidas están los actores. Y justamente las distintas fracciones que pretenden (bajo esta crisis) mayores cuotas de rentabilidad.
El Presidente electo, Javier Milei, junto a Nicolás Posse, Luis Caputo y Gerardo Werthein, mantuvieron esta tarde una positiva reunión en la Casa Blanca con el consejero de Seguridad Nacional norteamericano, Jake Sullivan; el asesor especial del Presidente de los Estados Unidos y… pic.twitter.com/AdeMApYviL
— Oficina del Presidente Javier Milei (@OPEArg) November 28, 2023
Continuidad
Fue justamente el recién nombrado ministro de Economía, Luis Caputo, quien asumió en junio de 2018 en el BCRA luego de la salida de Federico Sturzenegger, autor de las Leliq en reemplazo de las LEBAC. Ese cambio implicó que solo instituciones financieras sean propietarias de estas letras.
Fue cuando las corridas cambiarias se comieron gran parte de las reservas y Mauricio Macri acudió al mayor préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su historia.
Finalmente Caputo renunció en septiembre de 2018, cuando se realizaba el cuarto paro contra políticas de gobierno de Macri.
Ese préstamo por 44.000 millones de dólares fue convalidado en marzo de 2022, durante el gobierno de Alberto Fernández. Y en el Congreso de la Nación tuvo el respaldo de los votos de Juntos por el Cambio y el entonces Frente de Todos.
En las calles, miles de trabajadores rechazaron el acuerdo con el organismo internacional. Y Sergio Massa, ahora ministro de Economía y candidato de UxP derrotado en el balotaje, fue uno de los artífices de esa convalidación.
Las Leliq son otras de las continuidades del gobierno de Alberto Fernández con el de Macri. Entre Leliq y Notaliq (10,7 b) y pases (13 b) hay 23,7 billones de pesos, según el informe del BCRA de este miércoles.
Estas letras tienen como objetivo esterilizar el mercado en pesos y son parte de las políticas de centralización monetaria que se realiza a nivel mundial. El BCRA le paga un interés a los bancos a cambio de letras y así se inmoviliza al circulante para que no vaya al dólar, por ejemplo.
Más del 60 % de las Leliqs está en manos de 10 bancos: Santander, BBVA, Galicia, Macro, Credicoop, Citi, HSBC, Patagonia, Supervielle, ICBC. El FCI BlackRock tiene acciones en los primeros cuatro bancos.
¿Qué harán con las Leliq? Es uno de los primeros interrogantes que tendrá que resolver el gobierno entrante. Tipo de cambio, tasas de interés y endeudamiento en dólares para convertirlas son algunas de las medidas que incidirán en los bolsillos de los empresarios. Lo que está claro es que no se afectará a los bancos, quienes son propietarios y tienen gran parte de sus activos en estos instrumentos.
Si bien el slogan de la maquinita es pegadizo, la inflación que cada vez golpea más el bolsillo de los argentinos tiene que ver más con la esterilización que con la cantidad emitida. Como bien lo detalla el economista Sergio Arelovich, el gobierno de “Alberto Fernández está dejando una masa de dinero circulante sensiblemente menor a la que dejó Macri. Parece que la maquinita en vez de emitir dinero en forma neta, lo que hizo es triturar dinero en forma neta, sacarlo de circulación, esterilizarlo”.
Las billeteras de los argentinos cada vez más secos y los precios más altos es una de las certezas del próximo gobierno. La otra, que las letras en manos de los bancos no serán desarmadas, sino reemplazas para que no pierdan rentabilidad.